No Creas Que Me Olvidé de Ti, Mi CUBA
(En memoria a Buena Vista Social Club)
La Habana 1998, Cuba
Al compás del sonido un moto ciclo --de esos que andaba el Che cuando salió de Argentina con su amigo el médico -- paseo por el malecón habanero, ese que mide o tiene un recorrido de más de 7 km por toda la costa de la gran capital, recuerdo a los que fueron olvidados casi más de una década y es que están presentes, algunos vivos hasta esta fecha que dato pero en la actualidad siendo 2016, ya no existen muchos de ellos. Hablando respecto a la fecha tengo una gran melancolía que me invade y no puede salir de mi pecho.
La Habana con todo su chisposo de cuando rompe las olas del Mar Caribe frente a las costas mojando a su gente en cuanto se pasa por esas aceras hace que la música venga a tus oídos y es que el que no ha pasado por tal lugar no ha llegado a la Habana de los tiempos, se podría decir que esas aceras tiene desde que la revolución se hizo presente derrotando a Batista y entrando al poder los Castros. Derrocando la dictadura e imponiendo su socialismo disfrazado para un comunismo que hasta la actualidad no se ha borrado de la estrella tricolor, para bien o para mal pero los habitantes sienten de por sí un orden tanto civil como político y hasta gestión pública se podría decir, dominando o controlando el 80 % de los empleos sirviendo como servís para la población en contratación de empleos y quedándose una fracción del sueldo que ellos ganan, y es que hablar de Cuba entera nos demoraríamos más de un sin fin de hojas pero quiero concentrarme en la parte que quiero traslucir en este escrito como lo es los músicos campesinos cubanos con sus incontables sonidos del mundo, ya sea la guitarra acústica el bongo el tres y el urdu para sacar melodías que llevaron a su fama y nación por muchos años como géneros que no se olvidaran jamás: las guarachas, los boleros, entre otros sonidos más.
Cuba es grande imperiosa humilde y noble con tan solo ver la mirada de muchos de su población es como captar la idea de la realidad y atraso que se vive en el país hermano latinoamericano.
Pasando por la Habana vieja es donde las columnatas de barro y quincha se hacen presentes, las aceras llenas de picadura por parte de las lluvias tropicales y la gente es en forma de chocolate listos y sabrosos por su color y su dulzura. Las calles son un sin fin de cruces con balcones coloniales antiquísimas y viejas -- justamente por eso se hace llamar así-- olorosas y coloridas en algunos lugares representativos de la Habana hechas por el gobierno mientras que en otras son más que abandonadas por la humedad imperante de sus paredes. Oscuras por dentro como si fuera un callejón sin salida o tan solo un nido de pericotes, pero no lo es, justificante razón para visitarlas y ni qué decir de los sonidos que embargan las mencionadas calles o hasta en los hoteles turísticos que ellas poseen a ritmo de tres y bongo dando compás a un buen sabor que la gente comparte después de tanta tensión; Cuba es más que una comunidad de comunismo, es una amistad al compás de la música que enamora desde viejos a jóvenes que no olvidan su pasado. Contagian y haces que te enamores de ello, sin embargo muchos se han olvidado de los representantes de esa música como Ibrahim Ferrer, Rubén Gonzales, Barbarito López, Compay Segundo entre otros más. Clubes habaneros de una calle picante siempre sonaba o retumbaba las paredes para dar paso a su majestuosa música por los capos de la época.
Canción conocida que se hizo presente mundialmente como "Chan Chan" de Compay o "candela" de Ibrahim Ferrer y los coros altisonantes de Omara Portuondo. Solo Dios sabe cuánto alegraban el cielo con sus melodiosas voces y sonidos ancestrales.
No quería dejar pasar esta descripción de mi Cuba querido como de su gente, calles, malecón y su famosa Habana vieja, sonidos que hasta hoy quienes saben de ellos --personas latinoamericanas antiguas (por no decir viejas) conocen-- pero muchos jóvenes como quien redacta no se olvida de lo que sus padres sembraron en mi tanto de conocimiento como de cultura universal y musical.
Despidiéndome de tan bellos colores de aquella estrella que ilumina el conocimiento musical invade mi alma dando latidos a mi corazón con esta melodía de "Chan Chan" se entristece mi vida y hace querer tele transportarme al pasado en vuelto en la realidad. Camino vagamente por aquel malecón con lágrimas en mis cristales coreando... "de Alto Cedro voy para Marcané, llegó a Cueto voy para Mayarí....."
A ti mi Cuba nunca te olvidaré.
Olav Alcántara.
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