LAS GRACIAS DESPUÉS DEL SEXO
Hoy conocer a una persona no es nada difícil cuando se tiene el gran aliado, los medios de comunicación masiva, en cuanto al Facebook, a los miles de chats de parejas o encuentros de citas y demás. Necesariamente se hace imposible no dejar de usarlas por qué siempre tienes que estar acuerdo a la época y a lo que obliga la comunicación o redes sociales, el de enterarte de los demás ganes o no algún interés particular. Cuán importante de ha hecho era magia de la cibernética comunicativa para dar inicio a lo que muchos ya han encontrado o conocido el amor, la diversión y por qué no decir el sexo al paso.
Queremos realmente encontrar algo que sólo nos haga sentir lleno por unos momentos --eso que no quiero generalizar-- sabiendo que no siempre dejara huellas bien marcadas en nuestra experiencia, es como cuando pisas en un arenal y con el pasar de los minutos el viento sopla y borra ello que dejaste; pues bien se tiene en cuenta que soplar es mucho más fácil que poder absorber lo mágico que te trae la vida con el paso de los días, no se quiere menospreciar el asunto de los encuentros o conocimientos volátiles por qué de todos modos estamos en medio de ello.
Ahora que ya se ha tendido las sabanas para no sólo cubrir la cama sino para poner en introducción lo que se viene dando en la realidad, que es lo que buscamos o queremos verdaderamente?
Hoy en día tenemos en claro que existen medios que es fácil llegar a la verdadera satisfacción carnal, no nos hagamos los tontos que muchos han recurrido a este camino por qué se ven atrapados. No encontré algo duradero o lo más descartable después de no querer nada.
Pongamos en la mesa la gran palabra sexo y sexualidad. Que es lo que se busca y que es lo que se quiere encontrar, no nos hemos hecho esta gran pregunta o cuestionamiento después de tener las hormonas alborotadas y sin importar nada solo damos rienda sueltas a nuestros bajos instintos.
Empecemos con una gran premisa: como conozco a una persona?
Si bien ya se ha descrito en líneas anteriores los canales y medios de difusión de los intereses personales que cada quien quiere, partamos de ello. Las redes sociales. Es justamente una sociedad que no termina en punta por qué siempre está abierto para captar más amigos o conocidos y quién sabe para alguna salidita, pulseando a los presentes y quien cae se lleva hasta donde se pueda nuestras mejores intenciones, pero claro las mejores.
Empezar a decir un "hola", "como estas?", subsiguiente demás preguntas básicas de conocimiento pues hacer que afloren os todo lo mejor de nosotros para cumplir con nuestros cometidos --sean en cualquier chat, para diferente género sexual o sexualidad-- es el mismo trance que todos tienen para conocer alguien por el ciber espacio.
Vamos a puntualizar y no se ser tan genéricos en lo que ya es momento de describir una situación, escena o pasaje de nuestras vidas fugaces. De esas que llegan sin pensarlo o planeada mente y que no hablamos mucho --en cuanto a las mujeres-- por qué para muchos de nosotros los varones eso es una medalla que se tiene que colgar en nuestro cuello a cuantos hemos llevado a la cama.
Ahora bien, el chat al que casi todos hemos recurrido, un bien social para muchos intereses, expongamos en una de interés sexual, canal motivador para algo intimante, fugaz, sin compromisos no responsabilidades, solo "lo que se dé", clásica respuesta, vaga en su modo de interpretar y de querer algo que no se atreven a colocar en plena conversación: quiero sexo. Encuentros que se citan bajo la mascarilla de una amistad o ver que pasa y si me gusta me la (lo) tiro y sino aquí no pasó nada. Asumo que varios se verán identificados con esos párrafos sin cuestionamiento o un juicio que los llevará a la hoguera. Seamos claros.
Él, amigo o conocido. Se tilda de un amigo con derechos o un conocido que se quiere probar de cómo es en la cama. Caen sin saber sin imaginarse o sin la garantía de que la pasaran de lo mejor cuando eso puede envolver emociones o sentimientos que ni siquiera conociste y pueden entrar en un lío que el desconcierto es una gran diferencia. Se goza, se íntima y se conoce con el pretexto de que vuelva a suceder o nunca más. En ambos sentidos o títulos que quieren colocarlo siempre será una especie de recaídas hormonales con la confianza que ellos puedan tenerse, ahora la inquietud es que pasa después del sexo?
Ella, una amiga, prima, conocida o amante. Se requiere algún título personal que el hombre o mujer --en el caso de las lesbianas-- pueda darle para tener un sentido más morboso? Al final del camino o decisión siempre piensa tus hormonas sin importar a quien te estás cogiendo, total no necesitas excusa para llevarte a la cama a una de estos parentescos féminas. Buscas tus satisfacción por cualquier medio de cacería o envolvimiento coqueto que hace que lleves tu pretensiones más allá de lo que podías imaginar.
La novia o novio. Suele pasar que después de un enamoramiento de ambas partes puedan conocerse más íntimamente --es parte nutritiva de ello-- que hace que su alianza se fortalezca de tal manera que llega la confianza extrema de explorar el cuerpo de la otra persona sí. Ridiculizarse o avergonzarse por no tener el molde que muchos quisiéramos. Al final del sexo se puede sellar de varias maneras, por ende se tiene el compromiso de una próxima vez y con mayor fuerza pasión y orgasmos.
En conclusión después de haber tratado llegar a la reflexión después del sexo (intimante y orgásmico) llegamos a agradecer después de tremenda jornada corporal sabiendo que volverás a ver a esa persona cómplice de tu encuentro y bajas pasiones o tal vez nunca, con o sin alianzas amicales, familiares o emparejamiento.
Solemos dar gracias después del sexo coital? Para muchos es más fácil dejar un billete después de ello, otros se despiden con un beso y sin palabras y lo que muchos no todos solo se visten, prometiendo que te llamarían o "estamos en contacto" y se van pero alguien dijo: GRACIAS?
Esto es basado en la poca experiencia oída, vivida y ganada después de una serie de cuestionamientos que me llevaron a tomar una reflexión de cuán agradecidos podemos ser si compartimos nuestras sabanas con quien sea pero de manera especial...
Olav Alcántara.
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