Capitulo IX:
Zedka despertó llorando y
sudando como si tuviese fiebre, a tal
punto que levanto a su madre y esta fue corriendo a su cuarto a verla. Ella
pensó por un momento que fue producto de su imaginación o un sueño no
transcurrió pero no fue así, esto si paso en realidad el día anterior.
Zedka suplico no ir a la escuela
pero su madre nunca lo comprendió, decidió sacudirla y preguntarle qué es lo
que había pasado, pero esta continúo
callando.
Había pasado ya una semana entera
y ninguna pista de Iva, su madre moría de nostalgia y la policía no daba razón
de alguna respuesta de su investigación, sentía desfallecer Veronka, pero por
los dos menores que tenía consigo le daban fuerza para encontrarla.
Iva se encontraba cada vez en las
peores condiciones infrahumanas, destrozada del rostro de todos los golpes que
había soportado y desnutrida, sin
fuerzas para caminar y sin cabellos, le había cortado el cabello al ras del
cuero cabelludo, las heridas eran prominentes y la sangre molida era parte de
todo su virginal cuerpo, estaba desnuda completamente, despojada de ellas por
razones que se desconocen, lloraba y no
aguantaba más maltrato, era una persona en estado catatónico o muerte
transitoria, no se movía, la única razón que estaba viva es que daba gritos de
dolor y llanto.
Era trata de blanca, prostitución de parte del este de Europa,
soviéticos enfermos que secuestraban a jovencitas para su deseo carnal o
simplemente una legión que daba muerte a todas las que veía con un rasgo o comportamiento característico?, --era lo que comenzaba a
pensar Zedka--. No se podía poner en presencia de esos malhechores nuevamente
así que hacia lo imposible por no salir de casa al menos esa semana, se
perdería la fiesta de karonka pero nunca le intereso, le daba poco.
La policía de Ljubljana, se
comenzó a interesar por los casos que
empezaban a salir a la luz por los medios periodísticos, era como una vergüenza
para su guardia el no proteger a la ciudad y menos a un barrio de refugiados
que en su mayoría eran las chicas desaparecidas de ese lugar. Nunca se imaginó
la policía que podría pasar estas cosas en una ciudad tan segura como es la
capital eslovena, pero por muchos inmigrantes exiliados de la guerra en toda la
región soviética, se daba marcha a los
acontecimientos que figuraban en las portadas de los diarios.
Empezaban las constantes batidas
en todos los barrios detrás de las fábricas abandonadas --barrios de
refugiados--, las demás zonas de la
capital, ya eran 6 registrados los secuestros denunciados hasta el momento, todas
mujeres de una edad promedio de 15 a 35 años, de nacionalidades diferentes
mayormente ex soviéticas o de origen bosnio y serbio.
Zedka leyendo en los diarios del
día siguiente empezó a sentir presión en su pecho, porque ella fue atacada un
ayer y la policía estaba tomando interés
por esos crímenes y los hombres de negro pensarían que ella los denunciaría, y
se quedaron con su cara que fácilmente puede ser ubicable en cualquier momento
y eso la traía más nervioso aun. Pero porque ponerse nerviosa sin razón alguna,
empezó a dar mensajes a la policía con las múltiples pistas que tenía en su
cuaderno anotado de forma anónima, y colgaba la bocina: hombre de negro en
furgoneta negra con placa C056-25.
Zedka se refugiaba en los libros de crímenes al paso, fue
lo único que pudo encontrar en una librería antigua donde compro aquel libro,
empaparse de ello y llenar su cuaderno con las mejores anotaciones con respecto
al tema.
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