viernes, 15 de julio de 2016

EL BULLYING

El bullying o mas conocido por nuestro idioma nativo el ‘acoso escolar’; es esto lo que sufren los escolares, lo que sufrimos en nuestra épocas algunos  por no decir todos nosotros en nuestro respectivo año o década, ya que no le ponían un estudio mas hondo en referencia a este estrés emocional que padecen nuestros hijos hoy en día, lo que  digo sin redundar y no entrar en especificaciones conceptuales --que ya tenemos claro todos actualmente-- , pero es aquella tortura sistemática diaria  que se hace interminable  por un largo estrecho en las aulas.

Esta es una pequeña fracción redimida de una  de las tantas fuentes, episodios reales, cortometrajes y largometrajes como lo es también la pantalla grande que ya le dan importancia a tan terrible tema, no solamente para aquellos que lo padecen sino para los agresores y padres de estos como de las propias victimas. Sin embargo no quiero especificar sobre algo que recién termine de poner atención la cruda realidad que  esta en nuestra sociedad y que no la vivimos por tener una edad que no toca este sufrimiento( los padres), pero si los hijos que tenemos o vamos a tener en el futuro.

Existieron matanzas, crueldades reales, discusiones llevadas acabo por propios escolares que no toleraban la aberración mas  degradante de llevar a la situación de exterminarlos, y con esto no quiero estar a favor de tal hazaña, sin embargo, es la única razón que corre por sus mentes después de sufrir por todos aquellos maltratos de sus propios agresores, y la sumisión que ellos tienen frente a las situaciones que puedes imaginar, algunos por temas tontos, otros por sin razones, y algunas por  apariencias comportamentales, razas, sexualidad o religión, etc. Son las sin fin razones que no debería existir para coger al maltrato psicológico, verbal o físico. Pero existe y mucho, hasta que en los diferentes países ya es penado tal padecimiento.

Este no es un tema cualquiera, sino una situación que deberíamos recordar muchos de aquellas burlas que soportábamos y tomábamos como juego por parte de nuestros compañeros pero desde allí empezaba lo que vendría hacer  en el siglo XXI: el famoso bullying.

Nos hemos fijado el comportamiento de nuestros hijos o sobrinos que criamos en casa?, le preguntamos que es lo que vivieron en el colegio cuando llegan a casa?, tienen enemigos?, sabes defenderte?, por que  asumes una debilidad sin haberte descubierto la fortaleza que tienes y no la aprovechas tu físico que posees?, el es mas grande que tu?, te sientes bien  en ese colegio?, molestas a tus compañeros?, estas unido a una pandilla llamada ‘manchita’?, te burlas de tus compañeros?, soportas bromas?, te han maltratado físicamente?, crees que tienes buenos amigos?, quieres ser el favorito o popular de la escuela?, que miedos tienes?, te llevas bien con todos tus compañeros?, te han hecho alguna broma pesada?, te han metido la mano?, te rompieron los cuadernos o arrojaron la mochila en el  barril de la basura?, te quejaste con tus profesores?, diste parte a la dirección de lo que te sucedió?, y, por ultimo, como quieres que te ayude?

Son tantas las interrogantes que ninguna se nos viene a la cabeza cuando recogemos a los niños de la escuela o lo que es peor si solo tienen a la nana que los lleva y traen de la escuela pasando todo el día con ellos, por que no tengo tiempo.

Nos hemos atrevido a retroceder en el tiempo y pensar que mi hijo ahora esta seguramente pasando lo mismo que yo cuando pase en el colegio con mis compañeros y /o el bufón que me cogía de punto cada vez que podía? Pues es momento de hacerlo y no solamente porque es un tema infinitamente largo de investigar, sino de conseguir su confianza y así evitar a que suceda nuevamente con los hijos.

Quería intensificar en el caso que el acoso escolar no es fácil de llevar para quienes lo padecen o lo padecimos, hay que denunciar tal aberración humana que podría desatar malas decisiones de los menores humillados llegando a la eliminación de  personas, cumpliendo terribles condenas por tan solo defenderse.
                                                                                                               
Este es un relato compartido de la cual hoy si quiero ponerle mas atención a los ademanes, gestos o comportamientos que mis hijos tienen al llegar a casa, y tu quieres empezar?.


Olav. A.


martes, 12 de julio de 2016

UN ASALTO DEL CORAZÓN EN UN TAXI

           Eran la una y media de la madrugada cuando tomamos un taxi para ir  de regreso a casa, desde el ovalo de Miraflores hacia  la av. Brasil por dirección de la av. El ejército, Cuando conversando con mi acompañante, escucho a voz quebrada, un sonido agudo que me hace poner atención con el otro oído lo que acontece mientras viajamos; siempre despierto como de costumbre, alerta de lo que puede suscitar en el camino y más cuando se trata a altas horas por las calles solidas e inseguras de Lima. La voz contestaba a una llamada de móvil, donde el taxista contesta e intenta recibir la peor llamada de su vida, dejándome atónito por su respuesta de  desesperación calmada o silencio ensordecedor que solo el que pone atención  se daría cuenta, le estaban diciendo que su hija tenía tres horas de vida, mientras conducía llevándonos a casa, su madre de este le comentaba ya que hacia guardia en el hospital velando por la salud de la hija del taxista.

Al parecer se trataba de una niña, y en el recado se alcanzaba a oír que le pedían  cuatrocientos soles para dar paso a algún intento de  resucitación o algún  método  de reanimación, el taxista por supuesto, no contaba con el dinero. Empezó a llamar a sus amigos más allegados; en la primera llamada después de colgar a su madre, se contactó con un amigo que al parecer lo sacaba de una reunión o fiesta, para pedirle o mejor dicho rogarle que le prestara  doscientos soles, negándose este no pudo ayudarlo, el taxista termino desconsoladamente por colgar y agradecer, continuando con la otra llamada, se contactó con un señor que también al parecer le debía un dinero que no  le cobraba hacia mucho, pero su intento de desesperación lo llevo a llamarle y pedirle que le pagase, no consiguiendo suerte, termino por  colgar.

Mi acompañante y yo nos quedamos angustiados, porque la reacción del taxista se hizo más sonante, pero no llegando a un grito de auxilio, justamente porque estábamos en el trayecto a casa y no podía darse el lujo de hacernos bajar e irse a por su hija ya que necesitaba el dinero que nos estaba cobrando por la carrera.

Atinamos a quedarnos callados y poner atención a lo que seguía haciendo el taxista, conduciendo  y llorar en silencio sin que nadie lo mirase. Tal vez el corazón de mi acompañante no fue muy impactado por lo que le sucedía al taxista, fue más bien de miedo como especie de asalto por una cuestión fingida por el hombre, la mía fue totalmente  clara, recibía muy bien el mensaje y presentía que lo que le pasaba en ese momento era más que sobre humano, el hecho de sobrevivir a tal desesperación frente a unos pasajeros y cumplir con su servicio debió ser  vibrante e impotente. Pero fue mi frustración de no poder ayudarlo, de ser así  sacaba de la cartera esos cuatrocientos soles y se los regalaba, me iba con la satisfacción de haber salvado una vida.

Nos dejó al pie del edificio, bajamos y cerramos la puerta, mi  mirada no  se distanciaba de el  por ningún solo minuto, fue que el taxista avanzo unos metros más, y parado por el semáforo que marcaba en rojo se echó a llorar como un niño, limpiándose las lágrimas después de ver pegado el llanto de dolor con la cabeza recostada en el timón, cambio a  luz verde y  se marchó.


Olav A.


viernes, 1 de julio de 2016

Historia de un Desdichado

“Me cago de sueño” – escrito en la lápida de Boba.
Con tan solo 36 años, su mundo se había acabado.

Le delegaban responsabilidades que no tenía por qué hacerlas. Su jefe, quien acababa de cumplir 59 años hacía de ella lo que a él le apetecía y no apreciaba el desempeño, desenvolvimiento de ella durante los 06 años brindados para su compañía. Su primera vez… qué va! Primer trabajo que obtuvo fue en la agencia de Mr. Ególatra y quién diría, también la última.

Ególatra por su parte, nunca consideró aumentarle el sueldo o hacer algo sabiendo que ella era su única trabajadora y quién le aguantó por tantos años el dilema de todo hombre casado. Los trabajadores iban y venían en la compañía pero Boba, fiel a su trabajo se quedó con la esperanza de que la ascendiera.
Boba,  sentía un atisbo de esperanza que algún día él viera el ímpetu con el que ella llevaba adelante la compañía.

El amorío entre estos dos seres imperfectos, comenzó cuando ella cumplió 01 año en la compañía, luego para celebrar, él la llevó al Restaurante “Te llevo a comer para luego comerte”.
Ficho restaurante de La Fontin, distrito carero. Antes de llegar al restaurante, la llevó a cambiarse de atuendo.
  •           La hermosa joven tiene que estar presentable para esta velada.
  •           “La hermosa joven” se siente cómoda con su blusa roja y falda negra, gracias.
  •           ¡Un vestido! Rojo, ¿qué te parece?
  •           Estoy bien, Sr. Ególatra.
  •           Rojo será, te resaltará los pechos.
Al llegar, Ególatra, presumió su lujosa vida ante ella y ella por su parte no quedó anonadada. Simplemente escuchaba atentamente toda la verborrea de su entonces jefe.

Terminando la velada, él quiso dejarla en su casa pero para no sentirse más comprometida, Boba decidió que la dejara en el paradero. Ególatra, para callarla la besó con fuerza, apretándole la espalda para que se dejara llevar.
Ella, creyó tontamente que si no se inclinaba a esa propuesta con lengua jamás sería considerada en la empresa o lo más fatal, que sería despedida.

También creyó, cojudamente, que si le decía para ir a su casa o a un hotel iba a ser ascendida por ser la primera empleada/ imbécil en abrirse de piernas.
La noche concluyó con los en el carro, ya que él no quiso pisar un hotel para satisfacerse por una noche, una mugrienta noche con la nueva cojudita, como la llamó 5 días después desayunando con su hijo mayor, Polo.

Para milagro de estos dos asquerosos, la oficina nunca se enteró y eso que tenían relaciones en el baño, escritorio de sus compañeros, etc. Incluso el personal de mantenimiento se preocupó porque cada día encontraba roto un palo de escoba. Estarán penando, dijo el pobre hombre.

La tarde del sábado, luego de salir de la oficina y trabajarlo al jefe, Boba se fue por un café americano. Es que el escritorio del jefe, por ser de metal, le causó escalofríos en el poto a la pobre joven.

En el café “Lleve caliente pa’ que se caliente”, trabajaba Polo, el hijo mayor de Ególatra. Ególatra, quiso que Polo trabajara para él pero Polo salió con una gran y cierta excusa. No podemos tener a nuestro ser querido tan cerca, terminamos hastiándonos y peleados de tanto contacto.
Boba, al tener su café pensó por un instante en tomárselo saliendo de la tienda pero decidió quedarse y relajarse del día nublado.
Por su lado, Polo ya estaba por terminar su turno y fue a la terraza a fumar un pucho, luego se preguntó, ¿Qué imbécil sale a tomar café en una terraza con este frío de mierda?, ella levantó la mano. Boba escuchó esa impertinente pregunta, para suerte de Polo, Boba estaba de buen humor luego de tirar con el viejo de Polo.

Él se le acercó para disculparse y desde allí comenzó una relación amical-sexual. Amigos con derechos como lo llaman ahora. Polo, no sabía que ella trabajaba para su padre, solo que trabajaba para un ser despreciable y que al no encontrar goce en su vida marital, se satisfacía con ella. Ella mencionaba que lo hacía por pena pero Polo, intuía algo más en ella y nunca le creía.
Conforme pasaban los días y años, Boba, encontraba en Polo a alguien a quien contarle absolutamente todo. Polo, nunca sintió gran interés por ella, solo se embobaba por su buen cuerpo y la tez tan limpia que ella llevaba.

Año nuevo llegó y la verdad transcurrió en la noche, Ególatra realizó un gran agasajo en su casa, bueno, en realidad la empleada de este. Su esposa Mirinda, era una mujer bella a sus veintitantos, cuando dio a luz a Polo, fue que la pobre mujer fue decayendo, se deprimía por no recuperar la cintura que solía tener. Con esos acomplejamientos y todo, Ególatra la amaba más que a nada en el mundo pero no podía acercarse a ella debido a su depresión y el miedo de ella de volver a verla desnuda después de 35 años, la edad de Polo.

Ese día, Polo llevó a su mamá a conocer a Boba. Al instante se cayeron bien, como si se conocieran de toda la vida y la invitó a la gran gala que iba a acontecer esa noche.
Boba, no sabía qué vestir y optó por ponerse el vestido rojo que Ególatra le compró.  Polo pasó por ella a las 5 de la tarde. De verdad que ese vestido le hacía resaltar los pechos y Polo se lo hizo notar.

Sin roche, se subió al auto y fueron hacia la casa de Ególatra. Boba nunca tuvo encuentros con el padre de Polo en su casa, siempre fue en el carro de este, por obvias razones nunca la llevaba a su casa y tampoco iban a la de ella porque vivía en el fin del mundo.
Boba, se quedó tonta y asqueada ante tanta galantería, se preocupaba ver cientos de botellas de vino en la vitrina y que nadie las beba.

Polo, quiso presentarla como su “señorita enamorada” ante su padre pero por alguna razón el encuentro no se dio hasta la noche que empezó la fiesta. La verdadera fiesta.
Mirinda por otro lado, se embriagó, llorando mostrando fotos de cuando era joven a sus familiares y amistades que estando aburridos porque todos los fines de año ella hace lo mismo.

Boba, salió a prender un cigarro. Ególatra hizo lo mismo y sin saber que Boba estaba en el mismo lugar, le pidió fuego a la señorita del vestido rojo. El notó cierta similitud con el cuerpo de aquella dama y el de Boba, de verdad lucía radiante con ese vestido.
Entonces, fue que Boba voltea para decirle que no le quedaba más gas. Ególatra al darse cuenta, tuvo la misma expresión cuando vio a Polo teniendo relaciones en su cuarto con la maestra de Historia Universal cuando este cursaba el 4to año de secundaria.
Boba, por su lado sintió satisfacción al verlo. ¡Qué linda noche toca hoy, eh! Le dijo mientras Ególatra no salía del asombro.

Desde adentro se escuchó a Mirinda, borracha hasta el tuétano llamando a gritos por el micrófono a su marido.
  •          ¡Ególatra, amor de mi vida! ¿Dónde has ido a parar? – Gritaba sollozando
  •          Happy birthday, Mr. President – Boba aludiendo ser Marilyn Monroe
Ególatra, fue corriendo hacia el interior de la casa donde cientos de sus amigos, familiares y Mirinda sostenían un cartel que decía: ¡Quiero el divorcio, viejo de mierda!

Ególatra, en su rabia no lo pensó más y sacó el revolver que tenía en el saco y con 5 disparos terminó con las vidas de Polo, Mirinda y Boba. A Boba por pasarse de pendeja con el jefe le tocó 3 disparos, a Mirinda y Polo pues 1 cada uno en la cien.

En estos casos se puede decir que el tiro les salió por la culata.

… 3, 2, 1. ¡Feliz Año Nuevo!

-VaGo