domingo, 19 de febrero de 2017

Por la Familia

Buen día, buenas tardes, buenas noches, sea la hora que estén leyendo esto quiero que prosigan.
No me atrevo a sentarlos en la cama y platicarles de mis problemas, de lo tan agobiada que estoy.

Me dirijo a ustedes como dos personas más involucradas en mi vida, no como mi papá y mamá que son.
Quiero volver a casa y verlos juntos echados en la cama, riéndose, comiendo, viendo tele, que me pregunten cómo estuvo mi día y yo no aportando mucho a esa pregunta ansiosa,  decirles, que todo estuvo bien.

A veces quiero retroceder el tiempo y, para ser más específica al 2016, creo que ese fue mi año. Me fui de viaje, conseguí un mejor empleo, etc.
Estaba bien anímicamente, sin contar el episodio de depresión corto que viví al entrar al nuevo trabajo.

Siento una falta de respeto enorme hacia nosotras, lo digo por Fabiana y por mí, que vivimos bajo su techo. Entiendo y me queda muy claro que la casa no es un hotel, el cual solo llegas, comes, duermes y te vas pero eso estuve haciendo las últimas semanas porque no quiero ir a la casa, prefiero estar afuera en la calle para no tener que lidiar y aguantar que cuando se les antoje discuten sin importarles que nosotras estemos en el cuarto de al lado.
Muy aparte si discuten o no, me harta el hecho de no tener mi privacidad, el que Fabiana no tenga la suya, que siga durmiendo conmigo. Tener que llegar y encontrar a ambos en lo mismo, cada uno en su mundo, laborando, comiendo por separado. Hubo un tiempo en donde no le tomaba mucha importancia que comiéramos separados, pero ahora me molesta que ni tengamos tema de conversación porque cada quien está en lo suyo. No digo que este mal a veces, puesto que por urgencia, pues, debamos comer o no compartamos tiempo juntos pero en este transcurrir ya fue bastante.

Si leyendo esto creen que deben unas disculpas, deberían dárselas a Fabiana, que esa chiquita en pleno crecimiento no tiene la debida atención de parte de ustedes. Connie y yo fuimos afortunadas y perdónenme si estoy siendo muy directa.

Como familia debemos cambiar muchas cosas, y lo digo más que nada porque no quiero que llegue el día que por cuestiones del destino me toque irme de casa y ver que seguimos en lo mismo. Son mis padres y quiero sentirme orgullosos de tenerlos y que a la vez ustedes se sientan orgullosos de lo que llegue a alcanzar, de lo que Connie, Fabiana y los chicos hagan.
Espero que las cosas que haya dicho pues se tomen en consideración y pido disculpas nuevamente si los hice sentir mal o fui demasiado cruda y directa pero así como tuve samaqueadas de ustedes, quiero que ustedes despierten y se den cuenta de lo que nos está pasando como familia.

Los quiero como no se imaginan, gracias por todo lo que han hecho por mí y mis hermanos.




-VaGo

jueves, 2 de febrero de 2017

"MALOS PASOS"       Por:     Olav  Alcántara.


Capítulo X:
                     La policía tenía una pista anónima, pero se concretó cuando salió en los medios informativos que la placa era falsa, no existía en ninguna parte y si es arte de un juego el dar información inexistente que deje de hacerlo porque si no sería sancionada con el peso de la ley. Era el titular de la  información impresa del día.
Zedka sintió morirse al leer el artículo, se sentía vacía impotente de no servir de nada aquella llamada a la policía, dejo de pasar pistas y termino por averiguar ella misma.

Era el día de la gran fiesta del mofletudo del salón, todos estaban hablando de lo que se pondrían en la noche y con quien irían, ella le restó importancia porque no asistiría de todos modos. Atino por ser oídos sordos y del rechazo al chico más guapo de la escuela,  terminaba la clases y se iría con la señora Veronka y sus menos hijos a su casa, no se atrevía a ir sola por ninguna calle, temía por su vida, no quería ser parte de la cifra de desaparecidas. 

El reloj marcaba las 9 de la noche, ella estaba en su cuarto leyendo el libro de criminología, mientras que los demás estaban asistiendo a la casa de karonka. Ella pensó por un momento qué sentido tendría que  asistiera si la consideran una chica rara dentro del grupo de  estudio o lo que es peor de todo el colegio, por  ser migrante y de vivir en los refugios de  exiliados. De momento continuo leyendo con la mirada perdida,  los ojos puestos en cada renglón del libro pero sin intentar  de captar una sola palabra de lo que decía en ella, se imaginaba cuando bonito  hubiese sido cierto asistir con su mejor amiga entras cuan  reinas entran a su palacio esperándolas su príncipe en aquel evento, pero de pronto se derrumbó dicho sueño. Se levantó  rápidamente de la cama, guardo el libro y todo lo que tenía regado encima de ella, se vistió con lo mejor que tenía en el armario y se pintó un poco el rostro como aquella alma rebelde que no espera la aceptación de nadie y menos de alguien en particular en esa fiesta.

Ya siendo las 10.30 de la noche Zedka estaba parada frente a la puerta de la casa de karonka, se oían ruidos y música a todo volumen, hasta que alguien se asomó a la ventana - era uno de los invitados-, y grito: allí está la rara, quien diablos la invito?  –-pregunto el muchacho al aire-, respondió a lo lejos el chico más guapo y popular de la escuela, déjenla entrar, es mi invitada; karonka y todos los presentes se miraban entre sí como sorprendidos de que fuera la pareja de baile de él, precisamente del chico popular. La tomo de la mano y la hizo entrar tomándola de la  cintura como si fuera la chica más bella para él, lo tomo como un juego en un principio, pero al pasar la fiesta,  la música y las bebidas  (coctail), y la conversación que no veía que fuera tan interesante, se cautivó con su presencia, no se arrepintió de haberla invitado. Con forme pasaba las horas y los aperitivos, el nerd ya tenía más de una docena de amistades, aunque fueran instantáneas y al día siguiente no se acuerden que existiese, estaba feliz de tenerlos en casa.

Din don!, sonó el timbre de la puerta, era una invitada más, la ex pareja del chico popular, se presentó sin invitación pero con las mejores intenciones de arruinarle el baile a todos y en especial a él, comportándose como una delincuente le cogió el pelo a Zedka en señal de amenaza, se preguntó en sus adentros quien era ella, porque en ningún lado la había visto, se paró en frente de ella y comenzó a solo mirarla y beber como loca desbandada, conversando de rato en rato con alguna que se encontraba allí. Sus estrafalarios trapos que traía consigo como parte de  su vestimenta la hacía ver como una drogadicta, mal trecha, por un momento desapareció al lado del jardín de la casa para encender su cigarrillo, sabían que era ilícito  a esa edad poder hacerlo pero no tenía reparo alguno, lo hacía desmesuradamente.

Bailaban y reían como si se conocieran de tiempos los dos tórtolos, pensando que el mundo no estaba viéndolos, ella pidió permiso para ir al baño y retocarse un poco, subió las escaleras de la casa y en el fondo del pasillo casi al final del propio cuarto de la mama de karonka se encontraba, se metió y sonrió viéndose al espejo, lo hermosa que se sentía y atraída por alguien que en un principio no le pareció nada agradable y vacío, pero  ahora la hacía sentir especial. Escucho un grito por fuera de la casa, ya que el baño tenía la ventanilla que daba al jardín de la casa; se inclinó un poco y no alcanzaba, se paró encima del inodoro y cogió despacio la ventana sin hacer el menor ruido, veía como se llevaban a alguien a la fuerza en la furgoneta negra, ella retrocedió de golpe y se cayó, golpeándose la cabeza, grito de dolor acompañado del miedo, se tapó la boca con las manos y no podía aguantar el llano, se lavó la cara y salió muy rápidamente. Bajando las escaleras se acercó a la puerta para salir y marcharse, cuando ya se estaba fuera, sintió que la jaloneo del brazo, ella se asustó, con lágrimas en los ojos, el muchacho solo atino: porque te vas?,  Acaso no las estas pasando bien conmigo?, que te sucede?, ella no  respondía solo se soltó de su brazo y se marchó sin decir nada.


Eran poco más de las 3: 40 de la madrugada, la fiesta se extendió demasiado, karonka estaba ebrio y la casa arruinada, solo los últimos invitados cerraron la puerta con alcohol en las manos y se despedían diciendo: gracias colega, fue  la mejor fiesta que he asistido, Karonka no sabía dónde estaba su cabeza se desvaneció en el sofá y no despertó hasta muy tarde. 

martes, 31 de enero de 2017

"MALOS PASOS"         Por:     Olav Alcántara.

Capitulo IX:
                      Zedka despertó llorando y sudando como si tuviese fiebre,  a tal punto que levanto a su madre y esta fue corriendo a su cuarto a verla. Ella pensó por un momento que fue producto de su imaginación o un sueño no transcurrió pero no fue así, esto si paso en realidad el día anterior.
Zedka suplico no ir a la escuela pero su madre nunca lo comprendió, decidió sacudirla y preguntarle qué es lo que había pasado, pero esta  continúo callando.

Había pasado ya una semana entera y ninguna pista de Iva, su madre moría de nostalgia y la policía no daba razón de alguna respuesta de su investigación, sentía desfallecer Veronka, pero por los dos menores que tenía consigo le daban fuerza para encontrarla.
Iva se encontraba cada vez en las peores condiciones infrahumanas, destrozada del rostro de todos los golpes que había soportado  y desnutrida, sin fuerzas para caminar y sin cabellos, le había cortado el cabello al ras del cuero cabelludo, las heridas eran prominentes y la sangre molida era parte de todo su virginal cuerpo, estaba desnuda completamente, despojada de ellas por razones que se desconocen, lloraba  y no aguantaba más maltrato, era una persona en estado catatónico o muerte transitoria, no se movía, la única razón que estaba viva es que daba gritos de dolor y llanto.

Era trata de blanca,  prostitución de parte del este de Europa, soviéticos enfermos que secuestraban a jovencitas para su deseo carnal o simplemente una legión que daba muerte a todas las que veía  con un rasgo o comportamiento  característico?, --era lo que comenzaba a pensar Zedka--. No se podía poner en presencia de esos malhechores nuevamente así que hacia lo imposible por no salir de casa al menos esa semana, se perdería la fiesta de karonka pero nunca le intereso, le daba poco.

La policía de Ljubljana, se comenzó a interesar  por los casos que empezaban a salir a la luz por los medios periodísticos, era como una vergüenza para su guardia el no proteger a la ciudad y menos a un barrio de refugiados que en su mayoría eran las chicas desaparecidas de ese lugar. Nunca se imaginó la policía que podría pasar estas cosas en una ciudad tan segura como es la capital eslovena, pero por muchos inmigrantes exiliados de la guerra en toda la región soviética, se daba marcha  a los acontecimientos que figuraban en las portadas de los diarios.
         Empezaban las constantes batidas en todos los barrios detrás de las fábricas abandonadas --barrios de refugiados--,  las demás zonas de la capital, ya eran 6 registrados los secuestros denunciados hasta el momento, todas mujeres de una edad promedio de 15 a 35 años, de nacionalidades diferentes mayormente ex soviéticas o de origen bosnio y serbio.

Zedka leyendo en los diarios del día siguiente empezó a sentir presión en su pecho, porque ella fue atacada un ayer  y la policía estaba tomando interés por esos crímenes y los hombres de negro pensarían que ella los denunciaría, y se quedaron con su cara que fácilmente puede ser ubicable en cualquier momento y eso la traía más nervioso aun. Pero porque ponerse nerviosa sin razón alguna, empezó a dar mensajes a la policía con las múltiples pistas que tenía en su cuaderno anotado de forma anónima, y colgaba la bocina: hombre de negro en furgoneta negra con placa C056-25.


Zedka se refugiaba en los libros de crímenes al paso, fue lo único que pudo encontrar en una librería antigua donde compro aquel libro, empaparse de ello y llenar su cuaderno con las mejores anotaciones con respecto al tema.

lunes, 30 de enero de 2017

"MALOS PASOS"      Por:      Olav Alcántara.

Capítulo VIII:
                         Balas y golpes se hacían presentes en la calle  debajo del edificio a horas de 3.45 am, se trataba de un supuesto atraco a una señorita, Zedka despertó de un solo salto de la cama y se asomó a la venta de forma sigilosa y vio a través de las blondas de las cortinas, y se asustó de ver lo que vio, aquella furgoneta cargándose a una chica aquellos hombre de  negro con una gorra de lana negra para esconder sus cabellos o si eran pelones, la drogaron a la chica al parecer por que no aparecía sangre por ninguna parte de la nieve, solo era el grito del forcejeo de la muchacha, pero igual se la llevaron, ya era  demasiado susto el que contenía Zedka, saco el cuaderno de golpe debajo del colchón y anoto la hora  la descripción de la chica vestida y cuantos hombres eran, cerro el cuaderno y se metió a la cama abrigándose de pieza a cabeza.

Zedka se levantó temprano y se fue a buscar en medio de la nieve donde fue el secuestro si habían dejado alguna pista o si se le había caído algo a la mujer que llevaron consigo, no hallo nada. Subió y desayunó para marchare a la escuela.
La señora Veronka subió temprano a la casa de la familia serbia de Zedka, preguntando si habían escuchado algo de lo que paso en la madrugada, pero la mama de Zedka solo atinó a decir que no sintió nada, mientras que ella también mintió, no querían ponerse en sobre aviso, determinaron que era lo mejor que podrían hacer,  Veronka bajo después de no confirmar su interés, llevando de paso a sus menores a la escuela.

Eran las 7 de la mañana y Zedka a su paso por la acera escucho al vendedor de los periódicos decir: extra, extra, chica es asesinada y arrojada a la basura, exclamaba el chiquillo, sin pensarlo dos veces ella compro un diario con el poco dinero que tenía y abro la página que arrojaba la portada y leyó detenidamente, MUJER ES ASESINADA Y ARROJADA ALA BASURA!, de forma muy grande para que nadie pueda escapar de ese artículo, fue entonces que le salto el corazón de un momento , pensado que se trataba de Iva, pero no era ella, data de una muchacha de unos 34 años de edad encontrada muerte en un bote de basura comunal, con marcas en las muñecas y los tobillos, al parecer la había torturado, con intenciones de violarla y robarle, pero no se trataba solo de un asalto en combinación de una acto sexual no permitido, sino más bien de un plan y ese plan era el que buscaba Zedka.

Zedka encerró en un círculo con un marcador color rojo el artículo en especial la parte de las ataduras en los puños y tobillos. Llegando a la escuela lo recorto y lo pego en su cuaderno de apuntes que lo cargaba a todos lados como especie de diario.

En la escuela no se hablaba de nada más que solo la bendita fiesta del nerd sin amigos, solo eran partes comprando amistad entrando en un círculo de chicos sociales y  populares de una escuela, vaya ridiculez, --pensó Zedka--. Escuchaba clases hasta que levanto el brazo y le pregunto a su profesor: porque los asesinatos se dan de forma conjunta y de una manera que hacen que dejen  su marca para responsabilizarlos si no quieren ser atrapados?, --atónito se quedó el maestro de ese entonces--; solo quería gritar y terminar con esta charla poco interesante que hablaba el maestro sin la preocupación que los alumnos le escuchaban o no.

Salió de clases, en si no quería estar en ninguna, solo lo hacía por cumplir con sus padres que rogaban que fueran algo mejor que ellos, pero para que ser alguien mejor si pueden arrebatarte la vida en un santiamén y lo que es peor donde te queda el titulo? En tu lapida tal vez? O en la memoria de los que fueron los tuyos?

Zedka caminaba de forma lenta pero segura, era lo que creía ella, mirando a todos lados hasta sus espaldas, se distrajo con algo caído en el suelo que al pararse se halló con el golpe de una señor que pasaba al ras de ella. A 10 metros más adelante se para una furgoneta negra, bajaron dos hombres rápidamente, la calle era sólida y no había nadie quien la pudiese ayudar, miro con el rabillo del ojo y se marchó corriendo pero fue inútil, llegaron alcanzarla unas cuadras más adelante,  solo la cogieron de los cabellos le acogotaron y le taparon la boca para que no dijera nada solo obedeciera todo y se subiera a la furgoneta, ella movió la cabeza en señal de obediencia,  miro a su lados y no divisaba nada, ninguna ayuda vendría por ella, se vio perdida, hasta que uno abrió la puerta de la furgoneta y el otro la empujaba, giro unos 180  grados y le metió una patada en los genitales dejo la maleta caer, pero logro levantarla con un solo dedo y corrió lo más que pudo, venia el autobús y se subió de un solo brinco. Logrando escapar de los malhechores no olvido lo que paso por esos instantes.


Zedka paso el mal momento de su vida, iba a ser víctima de las personas que ella misma vio cómo eran secuestradas. Llego a casa asustada con unos nervios que ella no podía controlar, su madre la vio pálida y le pregunto varias veces que le había pasado y ella solo atino a quedarse callada, se recuperó del susto y se marchó a su cuarto, abrió la mochila y encontró saco el cuaderno que por poco olvidaba por salvar su vida, empezó a redactar lo pasado y describir los rasgos de aquellos hombres hasta llegar a dibujarlos producto de la memoria. 
"MALOS PASOS"       Por:        Olav Alcántara.

Capítulo VII:
                               Empezaba el día, Zedka amaneció con un fuerte dolor de cabeza, tuvo unas pesadillas que no pudo conseguir el sueño, al parecer se trataba de una emboscada con un secuestro dado por los hombres de negros --la misma que se llevaban a Iva en aquella furgoneta--, despertó sudorosa, no tenía ganas de ir a la escuela, se vistió con un desgano y se marchó al hall para desayunar a lado de su madre, se preparó y arreglo los cabellos y se dirigió hacia la parada del autobús, se sentó en la parte final del autobús, y como quien no quiere dormir, en eso que se tiene un ojo abierto y otro cerrado pestañeando, vio un atraco en las avenidas cerca a su casa de camino a la escuela, se paró y se dirigió  al final del bus para poder conseguir visualizar bien a las personas; ella tenía la psicosis que todo se refería a aquellos hombres, su mente estaba casi predestinada a esa conjetura, pero no era de ese modo al menos no esta vez.

Llegando a la escuela todos se miraban con un asombro por aceptar ir a la gran fiesta que ofrecía karonka, el “nerd”; entre los  que decían era el chico más atractivo de la escuela que llevaría consigo a una muchacha, ella era Zedka, ella  por supuesto al escuchar su nombre se quedó perpleja, ya que no tenía ninguna intención de querer conocer a ese muchacho y menos ser el centro de atención de la fiesta, de todas maneras lo rechazaría si llegara  a proponérselo. Camino al final del pasillo y se metió a su salón a escuchar lo nuevo del profesor de historia.
Karonka en mitad de clase se cruzó de forma zigzagueante hacia la carpeta de Zedka para preguntar por Iva, que no venía hacia ya días a la escuela preguntándole: se encuentra enferma? Sabes si asistiría a mi fiesta?, Zedka solo atinó a decir que se fue de viaje con su padre. Karonka se quedó callado y se marchó hacia su lugar, el maestro entro y empezó su profunda y tediosa clase que aburría a todo el mundo con la época de la guerra y la era cambiante y los refugios de los exiliados soviéticos.

En su cuaderno de apuntes, Zedka recordaba todo lo escrito, y trataba de armar un rompecabezas con las piezas claves que tenía en él; pareciera que se tratara de una organización no soviética y menos de la policía del país helvético, formulaba una libre transición de una furgoneta a lado de la policía o en complicidad con ellos, pero terminaba por borrar esa teoría de su mente. Continúo haciendo círculos en una hoja mientras su cabeza reposaba en su mano izquierda mirando al profesor hablar.

Sonó el timbre del término de la clase y se dirigió a la biblioteca para buscar libros policiales o criminológicos, pero solo se  los  daban a los profesores como método de teorías conspirativas jamás podría alcanzar a coger uno para echar una ojeada. Desilusionada se marchó a deambular por el patio, viendo de lejos al chico atractivo para muchas menos para ella que se acercaba a su persona, se paró quien de forma arrogante para decir  de un solo tirón: quieres ir conmigo a la fiesta del nerd?, ella lo que respondió determinadamente un NO, contundente, se vio herido por su reacción el ego que no le dejaba que nadie pueda rechazarlo y atino por solo  acomodarle el cabello detrás de la oreja y darle un beso en la mejilla provocadoramente e irse.

Zedka en sus adentros solo se rió de una forma burlona –era segura decidida y con mucha independencia, diferente a su amiga que era más emocional y muy crédula--, cogió la mochila y se marchó a su segunda clase del día.

Daban las 12 y media de la tarde, cuando al salir de la escuela en la puerta se encuentra con la madre de Iva, saludándola de forma extraña –pensaba que venía por ella--, se marchó a paso lento y sin mirar hacia atrás por una cuadra, luego determino que voltearía para saber qué hacía, fue donde encontró a karonka hablando con ella, lo saco hacia un lado y atino a observar cada milímetro de sus reacciones de ambos, vio que se despedía del chico y se marchó la seora Veronka, con unas manos temblorosas o de forma inquieta de no encontrar a respuesta que fue a buscar con el nerd. Preguntándose qué hacía con él o que fue a preguntarle, volteo y siguió caminando.
En el cuaderno de apuntes solo anoto: visita de la Sra. Veronka a la escuela y ver a karonka.


Sentía mucha pena al ver los días como transcurría sin su amiga y a la señora desesperada de no ver a su hija mayor. 

viernes, 27 de enero de 2017

"MALOS PASOS"        Por:       Olav Alcántara.


Capítulo VI:
                            Veronka, la madre de Iva llego a la casa del cumpleañero, un muchacho mofletudo de aspecto obeso con gafas oscuras gruesas, pero el más erudito del salón de clases, cumplía 16 años en una semana, y las invitadas eran casi todos los jóvenes de su salón de curso; sin embargo celebraba su cumpleaños porque no tenía muchos amigos y en el asistirían los chicos más populares de la escuela. Cual fiesta donde se excedían muchos comportamientos; le hizo la consulta a la madre que salió al abrir la puerta y saludarla muy cortésmente: buenas tardes, --lo que contesta ella--, necesito saber si el chico karonka vive en esta casa?,  si, y quien lo busca? –contra preguntó la dueña de casa--,  estoy desesperada, mi hija fue secuestrada y no sé nada de ella, no sé si sepan algo en la escuela, pero  tengo pocas pista de su paradero casi ninguna, ud como madre entiende mi situación y quería preguntarle al chico sobre  ese día, podrá ser?  --a lo que  respondió la señora Veronka--.
Karonka no se encuentra en estos momentos, pero si deja alguna dirección o mañana en la escuela podría hablar con él, le parece? – Pregunto la ama--, está bien  gracias intentare hablar mañana con él a la salida de la escuela. Buenas tardes.

Zedka se encontraba en su cuarto leyendo todo sobre secuestros y crímenes por los artículos de periódico que ella acostumbraba a guardar para tenerlos como alfombra si es que entrase el agua por las goteras que tenía aquel viejo edificio. Nunca fue su fuerte la lectura pero ella se implicó mucho desde que vio a muchas personas subir a la fuerza en aquella furgoneta negra. Apuntaba todo lo que era necesario en su cuaderno, entro  empujando la puerta su madre, a avisarle sobre la cena, pero  dicho sea de paso retrocedió lentamente para terminar por preguntar: sabes algo de tu compañera del piso de abajo?, Zedka solo meneo la cabeza en señal negativa, se marchó.

Después de la cena marcaban las 8.00 de la noche, cuando le acudió una provocación de fumar a hurtadillas de  la madre, salió al pie del edificio y lo empezó a hacer; vio cruzar a un señor  vagabundo de negro  recogiendo la basura para comer lo que encontraba en él, le pareció de lo más asqueroso pero no le quitaba la mirada para saber de dónde venía o a donde se dirigía,  era una chica muy observadora, la aturdió una serena azul que pasaba en la calle de enfrente muy velozmente, los policías en cuidado de la noche al parecer, fue lo que pensó.


El hombre  alzo la cabeza después de esculcar los vagones de basura y se topó con la mirada amenazadora, con cigarro en mano le mostró y lo tiro al piso para apagarlo de otra manera más provocativa a su mirada. Subió a su casa directo  a su cuarto, busco el cuaderno y anoto lo siguiente: hombre  indigente de capa negra y mirada amenazadora, era la tercera vez que lo veía pero la primera en hacerle caso y marcarlo como un enemigo.

Zedka solo espero al amanecer para seguir con su vida diaria, esto de armar y pesar la agotaba mucho, solo tenía la esperanza que apareciera su amiga con vida y pronto.
" MALOS PASOS"           Por:    Olav Alcántara.

Capítulo V:
                     Son las 10 de la mañana, todo andaba muy bien en el barrio, en la escuela de los chicos, el edificio friolento y humedecido como de costumbre, las señoras en las compras con los pocos ingresos que tenían de sus maridos, la guerra seguía irrumpiendo el cielo con las diferentes iluminaciones de los misiles que abaten entre los combatientes, la policía en su jurisdicción, y nada pensó que sucedía delante de sus ojos; Iva estaba en su lucha por escapar de las garras que fue retenida sin saber por qué, la levantaron de la silla para seguirle pegando como una forma de adormecerla naturalmente sin cuestiones de inyecciones o sedantes, la comida echa por un lado y el balde lleno de orines, hacían poco que los roedores se marchaban en busca de lo que ya no había en el cuarto oscuro, ella tirada en el piso como un animal sin vida, maltrecho, herido y ensangrentado trato de recobrar el sentido para pensar cómo fue que llego a ese lugar. 

Estaba tan adolorida  que poco a poco fue levantándose con ayuda de las palmas y la pared que la acompañaba, los cabellos mojados de sudor mezclados con la sangre que chorreaba en su rostro salidos de los golpes que le propinaron. Logro ponerse  de pie, toda tambaleada sin fuerzas llego hasta la silla y se sentó para orinarse encima de los pantalones apuntando al balde que estaba de bajo. El cuarto olía nauseabundamente, las cadenas sujetaban sus muñecas, era imposible escapar de ellas; bajaba al final del pasillo una mujer de cabellos rubio largos y de una edad aparentemente madura vestida con bata negra en las manos traía consigo una fuente o charola de plata con la comida y un vaso con agua metálico, la encontró sentada le alzo la mirada de un tirón de pelos y le abrió la boca para darle un bocadillo de esa sopa cremosa verde, ella solo la escupió, la mujer por su parte la abofeteo, y así sucesivamente hasta darle una proporción mayor de alimento, le hizo ingerir agua pero esta la rechazo y siguió propinándole golpes por cada escupitajo. Abandono el plato y se marchó de la habitación.

Iva estaba toda sucia con los residuos de los alimentos alrededor de la boca, no pronunciaba palabra alguna ni de desesperación, parecían que le había conocido los labios,  era una mudez de aquellas que parecía una muerte transitoria, pero gracias a ello le permitió alcanzar a escuchar un quejido de la otra parte de la habitación, era otra mujer seguramente en las mismas condiciones que ella, empezó a sonar mucho  más fuerte su tartamudez y así tratar de que se entere de que también se encontraba ella allí.  Soltó un grito que parecía desde sus más adentros pidiendo ayuda, pero se trataba de alguien prisionero, no era de la calle ni una visita que rondaba la casa donde se encontraba ella encadenada. Lloro desconsoladamente terminando por desmayarse.


Por las horas de 4: 05 pm, la señora Veronka encontraba en su cuarto de Iva una invitación a una fiesta de los chicos de la escuela, que se daría dentro de una semana, cogió el bolso y salió en busca de más información, a casa del dueño del cumpleaños –citaba la dirección en la tarjeta--, Zedka por su parte no tenía intenciones de ir porque  fue aquel muchacho que  a ambas le  soplaba las orejas de halagos y cosas bonitas, empero  Iva se sentía emocionada por sus cumplidos, mientras que Zedka es más escéptica no daba marcha a que los chicos continúen con sus propósitos  hasta llegar a un fin carnal, lo veía en el rostro de su madre la dureza de tratar a los hombres.