Buen día, buenas tardes, buenas
noches, sea la hora que estén leyendo esto quiero que prosigan.
No me atrevo a sentarlos en la cama
y platicarles de mis problemas, de lo tan agobiada que estoy.
Me dirijo a ustedes como dos
personas más involucradas en mi vida, no como mi papá y mamá que son.
Quiero volver a casa y verlos juntos
echados en la cama, riéndose, comiendo, viendo tele, que me pregunten cómo
estuvo mi día y yo no aportando mucho a esa pregunta ansiosa, decirles, que todo estuvo bien.
A veces quiero retroceder el tiempo
y, para ser más específica al 2016, creo que ese fue mi año. Me fui de viaje, conseguí
un mejor empleo, etc.
Estaba bien anímicamente, sin contar
el episodio de depresión corto que viví al entrar al nuevo trabajo.
Siento una falta de respeto enorme
hacia nosotras, lo digo por Fabiana y por mí, que vivimos bajo su techo. Entiendo
y me queda muy claro que la casa no es un hotel, el cual solo llegas, comes,
duermes y te vas pero eso estuve haciendo las últimas semanas porque no quiero
ir a la casa, prefiero estar afuera en la calle para no tener que lidiar y
aguantar que cuando se les antoje discuten sin importarles que nosotras estemos
en el cuarto de al lado.
Muy aparte si discuten o no, me
harta el hecho de no tener mi privacidad, el que Fabiana no tenga la suya, que
siga durmiendo conmigo. Tener que llegar y encontrar a ambos en lo mismo, cada
uno en su mundo, laborando, comiendo por separado. Hubo un tiempo en donde no
le tomaba mucha importancia que comiéramos separados, pero ahora me molesta que
ni tengamos tema de conversación porque cada quien está en lo suyo. No digo que
este mal a veces, puesto que por urgencia, pues, debamos comer o no compartamos
tiempo juntos pero en este transcurrir ya fue bastante.
Si leyendo esto creen que deben unas
disculpas, deberían dárselas a Fabiana, que esa chiquita en pleno crecimiento
no tiene la debida atención de parte de ustedes. Connie y yo fuimos afortunadas
y perdónenme si estoy siendo muy directa.
Como familia debemos cambiar muchas
cosas, y lo digo más que nada porque no quiero que llegue el día que por
cuestiones del destino me toque irme de casa y ver que seguimos en lo mismo. Son
mis padres y quiero sentirme orgullosos de tenerlos y que a la vez ustedes se
sientan orgullosos de lo que llegue a alcanzar, de lo que Connie, Fabiana y los
chicos hagan.
Espero que las cosas que haya dicho
pues se tomen en consideración y pido disculpas nuevamente si los hice sentir
mal o fui demasiado cruda y directa pero así como tuve samaqueadas de ustedes,
quiero que ustedes despierten y se den cuenta de lo que nos está pasando como
familia.
Los quiero como no se imaginan,
gracias por todo lo que han hecho por mí y mis hermanos.
-VaGo