"MALOS PASOS" Por: Olav Alcántara.
Capítulo X:
La policía tenía una pista
anónima, pero se concretó cuando salió en los medios informativos que la placa
era falsa, no existía en ninguna parte y si es arte de un juego el dar
información inexistente que deje de hacerlo porque si no sería sancionada con
el peso de la ley. Era el titular de la
información impresa del día.
Zedka sintió morirse al leer el
artículo, se sentía vacía impotente de no servir de nada aquella llamada a la
policía, dejo de pasar pistas y termino por averiguar ella misma.
Era el día de la gran fiesta del
mofletudo del salón, todos estaban hablando de lo que se pondrían en la noche y
con quien irían, ella le restó importancia porque no asistiría de todos modos.
Atino por ser oídos sordos y del rechazo al chico más guapo de la escuela, terminaba la clases y se iría con la señora
Veronka y sus menos hijos a su casa, no se atrevía a ir sola por ninguna calle,
temía por su vida, no quería ser parte de la cifra de desaparecidas.
El reloj marcaba las 9 de la
noche, ella estaba en su cuarto leyendo el libro de criminología, mientras que
los demás estaban asistiendo a la casa de karonka. Ella pensó por un momento qué
sentido tendría que asistiera si la consideran
una chica rara dentro del grupo de
estudio o lo que es peor de todo el colegio, por ser migrante y de vivir en los refugios
de exiliados. De momento continuo
leyendo con la mirada perdida, los ojos
puestos en cada renglón del libro pero sin intentar de captar una sola palabra de lo que decía en
ella, se imaginaba cuando bonito hubiese
sido cierto asistir con su mejor amiga entras cuan reinas entran a su palacio esperándolas su príncipe
en aquel evento, pero de pronto se derrumbó dicho sueño. Se levantó rápidamente de la cama, guardo el libro y
todo lo que tenía regado encima de ella, se vistió con lo mejor que tenía en el
armario y se pintó un poco el rostro como aquella alma rebelde que no espera la
aceptación de nadie y menos de alguien en particular en esa fiesta.
Ya siendo las 10.30 de la noche Zedka
estaba parada frente a la puerta de la casa de karonka, se oían ruidos y música
a todo volumen, hasta que alguien se asomó a la ventana - era uno de los
invitados-, y grito: allí está la rara, quien diablos la invito? –-pregunto el muchacho al aire-, respondió a
lo lejos el chico más guapo y popular de la escuela, déjenla entrar, es mi
invitada; karonka y todos los presentes se miraban entre sí como sorprendidos
de que fuera la pareja de baile de él, precisamente del chico popular. La tomo
de la mano y la hizo entrar tomándola de la
cintura como si fuera la chica más bella para él, lo tomo como un juego
en un principio, pero al pasar la fiesta,
la música y las bebidas (coctail),
y la conversación que no veía que fuera tan interesante, se cautivó con su presencia,
no se arrepintió de haberla invitado. Con forme pasaba las horas y los
aperitivos, el nerd ya tenía más de una docena de amistades, aunque fueran instantáneas
y al día siguiente no se acuerden que existiese, estaba feliz de tenerlos en
casa.
Din don!, sonó el timbre de la
puerta, era una invitada más, la ex pareja del chico popular, se presentó sin invitación
pero con las mejores intenciones de arruinarle el baile a todos y en especial a
él, comportándose como una delincuente le cogió el pelo a Zedka en señal de
amenaza, se preguntó en sus adentros quien era ella, porque en ningún lado la había
visto, se paró en frente de ella y comenzó a solo mirarla y beber como loca desbandada,
conversando de rato en rato con alguna que se encontraba allí. Sus estrafalarios
trapos que traía consigo como parte de
su vestimenta la hacía ver como una drogadicta, mal trecha, por un
momento desapareció al lado del jardín de la casa para encender su cigarrillo, sabían
que era ilícito a esa edad poder hacerlo
pero no tenía reparo alguno, lo hacía desmesuradamente.
Bailaban y reían como si se
conocieran de tiempos los dos tórtolos, pensando que el mundo no estaba viéndolos,
ella pidió permiso para ir al baño y retocarse un poco, subió las escaleras de
la casa y en el fondo del pasillo casi al final del propio cuarto de la mama de
karonka se encontraba, se metió y sonrió viéndose al espejo, lo hermosa que se sentía
y atraída por alguien que en un principio no le pareció nada agradable y vacío,
pero ahora la hacía sentir especial. Escucho
un grito por fuera de la casa, ya que el baño tenía la ventanilla que daba al jardín
de la casa; se inclinó un poco y no alcanzaba, se paró encima del inodoro y cogió
despacio la ventana sin hacer el menor ruido, veía como se llevaban a alguien a
la fuerza en la furgoneta negra, ella retrocedió de golpe y se cayó, golpeándose
la cabeza, grito de dolor acompañado del miedo, se tapó la boca con las manos y
no podía aguantar el llano, se lavó la cara y salió muy rápidamente. Bajando las
escaleras se acercó a la puerta para salir y marcharse, cuando ya se estaba
fuera, sintió que la jaloneo del brazo, ella se asustó, con lágrimas en los
ojos, el muchacho solo atino: porque te vas?, Acaso no las estas pasando bien conmigo?, que
te sucede?, ella no respondía solo se soltó
de su brazo y se marchó sin decir nada.
Eran poco más de las 3: 40 de la
madrugada, la fiesta se extendió demasiado, karonka estaba ebrio y la casa arruinada,
solo los últimos invitados cerraron la puerta con alcohol en las manos y se despedían
diciendo: gracias colega, fue la mejor
fiesta que he asistido, Karonka no sabía dónde estaba su cabeza se desvaneció
en el sofá y no despertó hasta muy tarde.